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A diferencia de lo que se suele pensar, las herencias y testamentos traen, en ocasiones, más problemas que beneficios. Y es que entre desacuerdos de los herederos, conflictos familiares anteriores o posteriores al fallecimiento de la persona que deja la herencia y falta de información sobre las cuestiones legales, el proceso de heredar puede ser bastante tortuoso.
Problemas más comunes en la repartición de una herencia
Los hijos de una persona fallecida siempre van a heredar la parte legítima. Pero, a partir de ahí, pueden o no heredar algo más de patrimonio según lo que se haya dispuesto en el testamento. Si no hay hijos de por medio, serán otros familiares de segundo y tercer grado los que deban acudir a la aceptación de la herencia. A continuación, analizamos los problemas más habituales de este proceso.
Conflictos entre herederos
Esta situación se da por múltiples circunstancias. Entre ellas, destacan el desacuerdo con el testamento o con la repartición de la herencia, la aparición de un heredero nuevo y desconocido hasta el momento por el resto (por ejemplo, un hijo secreto) o recibir parte de la herencia en copropiedad. En estos casos, necesitaremos la participación de un abogado familiar y de sucesión o, incluso, de un mediador.
Deudas
Ante esta circunstancia, se plantea la disyuntiva de aceptar o rechazar la herencia. Y es que, si las deudas son superiores al patrimonio heredado, el beneficio va a ser nulo. Podemos optar por aceptar a beneficio de inventario, lo cual supone cubrir las deudas con toda la herencia y, en caso de que la deuda sea superior a la cantidad heredada, el heredero no responderá con su patrimonio personal. Por otro lado, también se puede renunciar a la repartición de la herencia.
Impuestos
Durante los 6 meses posteriores al fallecimiento de una persona, los herederos deben pagar el impuesto de sucesiones y donaciones. Este tributo varía en función de las distintas comunidades autónomas, y ha habido casos en los que los herederos han tenido que renunciar a la repartición de la herencia porque el impuesto era más elevado de lo que iban a heredar. Contar con el asesoramiento de un abogado familiar y de sucesión puede ayudarnos a resolver estas cuestiones.
Falta de testamento
Si bien a los hijos siempre les corresponderá la legítima, un testamento es necesario para tener la libertad de dejar a cada uno lo que se quiera. Además, la existencia de este documento agiliza los trámites, pues, de lo contrario, la sucesión es intestada y se debe hacer una Declaración de Herederos para que los plazos no sean tan laxos.
Desheredados
Otro tema relacionado con las herencias y testamentos es cuando se han fijado desherederos entre los candidatos a recibir la herencia. En estas situaciones, el testamento puede resultar nulo si no se considera que la desherencia viene dada por una causa justa.
Los problemas de las herencias y testamentos son muy habituales en el día a día de los juzgados. Por eso, ponemos a disposición nuestros servicios de abogado familiar y de sucesión para asesorar a nuestros clientes en todo lo relativo a herencias y hacer este proceso lo más llevadero posible.